lunes, 6 de mayo de 2013


Diente de oro

Si me rompés el corazón
una noche negra de estrellas,
se quedará para siempre
encerrado,
como en un taper
y así,
silenciado.

Me voy a quedar en casa
ya no voy a disfrutar
el salir con mis amigas,
ni ponerme
mi vestido azul preferido.

Tengo la imagen,
clara
de la terraza del sur de la ciudad:
vos y yo tomando sopa,
disfrutando tan hondo la vida.

Esas armonías de nuestras almas,
tomando sopa y fundiéndonos.

Tan gigante era mi satisfacción,
cuando te miraba sonreír con tu diente de oro.

Mi pelo hacía juego con él,
y el tuyo
con mi pubis.