Diente de oro
Si me rompés el corazón
una noche negra de estrellas,
se quedará para siempre
encerrado,
como en un taper
y así,
silenciado.
Me voy a quedar en casa
ya no voy a disfrutar
el salir con mis amigas,
ni ponerme
mi vestido azul preferido.
Tengo la imagen,
clara
clara
de la terraza del sur de la ciudad:
vos y yo tomando sopa,
disfrutando tan hondo la vida.
Esas armonías de nuestras almas,
tomando sopa y fundiéndonos.
Tan gigante era mi satisfacción,
cuando te miraba sonreír con tu diente de oro.
Mi pelo hacía juego con él,
y el tuyo
con mi pubis.